El estudio está en una casa de campo. Teníamos unas bicicletas (detalle del estudio KAY) para hacer rutitas por caminos campestres, un laguito con patos y ocas... Un lugar muy bonito con Montserrat de fondo y rodeado de bosques y campos. Sólo nos faltaba tiempo para poder disfrutar del entorno. Estábamos cerca de Xup. Viendo estos caminos, recordé una historia que me había contado mi madre en un par de ocasiones; yendo un día ella (mi madre) con mi abuela por aquellos caminos cerca del Xup (barrio manresano), pasaron unos aviones del ejército azul por el cielo azul y las ametrallaron, a mi madre y mi abuela (lograron tirarse a un lateral del camino y salvar sus vidas) y otros civiles más, un día hablaré de estas cosas, de esos recuerdos suyos, de esos pequeños trasvases de información que me fue dando, no le gustaba hablar mucho de eso, pero a lo tonto tengo para escribir un buen rato. Ángel (Coco, yo), al tema, a lo prometido (voz interior dando órdenes).
En un disco de pop, lo común es grabar por pistas, eso quiere decir que grabas solo, sin los demás músicos, uno por uno. Yo grabé con una base de batería, teclados (en las canciones que había teclado, que no son todas) y la voz principal.
Mientras el Xevi acababa de garbar algunas voces de referencia (la voz de referencia es una toma que hace el cantante para que el músico que va a grabar tenga una referencia que seguir, pero no es la voz definitiva, no es la que se queda en el disco), me dediqué a beberme la máquina de refrescos y cervezas (era muy pequeña, la máquina, y hacía un calor infernal) y tocar un poquito la guitarra. Me avisaron para que entrase a grabar. Yo grababa en la cabina del técnico, al lado del Nyanyo, podía verle e incluso hablar con él, eso se puede hacer con el bajo eléctrico porque no se utiliza micro para grabar, sólo un cable que va a un previo, de aquí recoge la señal sonora que registra el técnico, yo escucho lo que toco y las bases (batería, teclado y voz) por unos estupendos auriculares, vamos que en realidad, para grabar los bajos, no entré en ningún momento en la sala de grabación, pero el Nyanyo es buena compañía, es de esos que escuchan y hablan poco y lo que dice es interesante. Decidí empezar con Mirant per la Finestra y después Agafem fort. Este orden, esta elección (mía) para empezar a grabar con estas dos canciones no fue una cosa casual, sino algo meditado (lo cuento): en estos dos temas utilicé una técnica (de tocar el bajo) que se llama slap (se trata, básicamente, de golpear y pellizcar las cuerdas, en lugar de pulsarlas). Para esta técnica es preferible que las cuerdas tengan el máximo de brillo posible (hablo de sonido) y eso las cuerdas lo ofrecen cuando están nuevas. Para la grabación me compré un juego de cuerdas para lograr el máximo brillo y por eso elegí estas dos canciones para empezar, ya que, a medida que vas tocando, las cuerdas van perdiendo esta característica brillantez que te da el acero sin usar.
Hicimos unas pruebas y más o menos logramos un buen sonido para este estilo (slap), estaba claro que habría dos sonidos de bajo durante el disco, el de bajo slap para estas dos canciones y bajo pulsado para el resto de temas, o sea, dos ecualizaciones distintas.
La Ratonera es un grupo en el que siempre nos hemos dado libertad absoluta a la hora de meter nuestros instrumentos o la voz principal, es decir que sobre la marcha vamos montando cada uno por su cuenta, normalmente en casa (yo), probando cada cual su cosa, y cuando nos juntamos, normalmente funciona, conocemos muy bien nuestros gustos. Pero para unos cuantos temas queríamos meter algo de teclados y eso nos lo repartimos, a mí me tocaron los teclados del Mirant per la Finestra. La parte de teclados la pensé y grabé en mi casa (en Zaragoza) con mi ordenador, de la siguiente manera: empecé con un sonido que va creciendo poco a poco hasta dar paso a los demás instrumentos (segundo 5), en este momento metí una melodía repetitiva que aparece y desaparece durante casi todo el tema, acompañada por un fondo de violines (muy electrónicos) y un sonido campanilla muy suave, en el estribillo meto una nueva melodía de fondo (corno inglés), también está la voz de la Sara Morales y creo que la del Miguel (Miguel Ángel “Negro” Morales). Las guitarras las metió el Negro y no las oí hasta que el disco estaba acabado, me parecieron buenísimas en todo el cedé, creo que la que suena en el Mirant es una acústica de doce cuerdas, suena muy bien. En el minuto 2:34 metí el único solo o solito o improvisación de bajo de todo el disco (dedicado este fragmento al Amor de mi vida). La letra de esta canción me parece acojonante, no me atrevo a hacer una traducción que sea medianamente buena, quizá algún día le pida al autor (Xavier Canal) que lo haga y la cuelgo, pero grosso modo, empieza así: Las calles vacías, desdibujadas, sombras que cogen de los agujeros la dimensión que se merecen. La luz de noche, cuando va disminuyendo, los va convirtiendo en gigantes, cuanto más oscuro, más crecen (muy mala traducción, unos días y la cambio). El estribillo: Mirando por la ventana veo cómo poco a poco se va la vida; mirando por la ventana veo óomo la ciudad se queda dormida.
Salí del habitáculo después de hacer la primera toma. No me gusta escucharme, ni juzgarme (cuando lo puede hacer otro de fuera, con criterio, lo prefiero). Casualmente estaba el Andreu Monsó (batería de La Ratonera) este día, había venido para grabar un trombón y le dije que escuchase lo que había grabado (yo). Lo escuchó, con los cascos, salió, le pregunté si estaba bien ajuntado (en los temas rítmicos, los baterías suelen ser los mejores) y me dijo que bien y así se quedó, a falta de meter el mini solo (lo pinché después, con ese efecto especial...). Así lo hicimos en todos los temas del disco, yo entraba, yo grababa, yo salía, Andreu entraba, Andreu escuchaba, yo le preguntaba y él me contestaba que estaba bien; muy sospechoso (que siempre estuviese bien), pero así fue, todo el disco, en cuestión de bajos, está grabado en primera toma, eso ahorró un buen tiempo de estudió. Creo. Cuando grabas, lo normal es escuchar y cambiar cosas, a eso se le llama pinchazos, eso se hace o bien porque te has confundido o bien por cambiar algo que no te gusta. Claro que escuchándolo detenidamente, quizá hubiese cambiado alguna cosa, pero no muchas, además si no se cambió nada del bajo y algo no está del todo bien, siempre puedo decir que fue culpa del Andreu, que era el que verdaderamente escuchaba y daba el visto bueno a lo que yo grababa. El próximo día cuento más. En realidad no sé si esto le puede interesar a alguien, pero lo prometí en el escrito inicial que está al lado del tipo de la nariz de plata (yo). Un abrazo, sigo el próximo martes con más.
Voy a asomarme a la ventana a contemplar como pasa la vida.
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